miércoles, 7 de abril de 2010

Inaugurada exposición soviética en Caracas

07 de abril de 2010. CiudadCCS.- La exposición inaugurada el pasado lunes 4 de abril en el edificio de la Contraloría General de la República, “La Gran Victoria Soviética contra el fascismo”, es el relato en imágenes fotográficas de la abnegación, el patriotismo, la valentía y el sacrificio del pueblo de la Unión Soviética para enfrentar a la invasión de las fuerzas hitlerianas durante la Segunda Guerra Mundial.


El representante de la Embajada de la Federación Rusa, Vladimir Tokmakov, explicó el significado de la muestra. “Para nosotros esta fecha es sagrada” (se refiere al 9 de mayo de 1945, Día de la Victoria sobre la Alemania Nazi). Nuestros padres y abuelos no solamente defendieron nuestra libertad y salvaron nuestra patria, sino que también hicieron el aporte decisivo a la liberación de Europa del avasallamiento fascista”. Asimismo, destacó el ejemplo para la diplomacia que significó la gran alianza entre países de distinta ideología que se unieron para derrotar al enemigo común.

Clodosvaldo Russián, contralor general de la República, quien a nombre de la entidad organizadora expresó: “La lucha del pueblo soviético comenzó en la Primera Guerra Mundial (1914-1918), continuó con la Revolución de Octubre (1917) hasta la derrota del nazismo en la Segunda Guerra Mundial. La manipulación y la mezquindad han ocultado el aporte que el pueblo soviético le hizo a la humanidad”.

Cabe recordar que la Segunda Guerra Mundial fue el conflicto armado más grande y sangriento de la historia mundial, en el que se enfrentaron las Potencias Aliadas y las Potencias del Eje (Alemania, Italia y Japón), entre 1939 y 1945. Fuerzas armadas de más de setenta países participaron en combates aéreos, navales y terrestres. Por efecto de la guerra murió alrededor del 2% de la población mundial de la época (unos 60 millones de personas), en su mayoría civiles. De los hombres nacidos en 1923 sólo sobrevivió 3%. Más de 26 millones de soviéticos ofrendaron su vida hasta lograr derrotar al enemigo fascista. Fueron las tropas de ese país las que finalmente ocuparon Berlín y fue el Mariscal del Ejército Rojo Georgi Zhukov quien el 9 de mayo de 1945 recibió de manos del general alemán Wilhelm Keitel la firma de la rendición incondicional alemana.

La exposición fotográfica “La Gran Victoria Soviética contra el fascismo” estará abierta al público hasta el 16 de abril, de lunes a viernes en el horario de 8 am a 6 pm en la planta baja del edificio de la Contraloría General de la República, ubicado en la Av. Andrés Bello, sector Guaicaipuro.



lunes, 5 de abril de 2010

SOLDADOS SOVIÉTICOS CUADRÚPEDOS

05 de abril de 2010. AG.- Durante la Gran Guerra Patria los perros participaron en la lucha contra los fascistas al igual que los hombres: iban de reconocimiento, volaban trenes y carros de combate, ayudaban a detectar grupos de enemigos y francotiradores, entregaban instrucciones de combate, sacaban a los heridos del campo de batalla y, una vez terminada la guerra, ayudaron a quitar las minas de las ciudades.

En total, los frentes soviéticos contaron con más de 60.000 “soldados” cuadrúpedos. Para el final de la Guerra, la URSS llegó a ocupar el primer lugar por el empleo de perros con fines de guerra.

El primer criadero especial de perros de guerra y de deporte apareció en la URSS en noviembre de 1924, en Moscú. Entonces se planificaba utilizar a los perros para trabajos de reconocimiento, como enlaces y en servicios de guardia y sanitarios. Pronto criaderos similares aparecieron en otras ciudades del país. Al principio, cuando faltaban especialistas entrenadores, se involucró a cazadores y hasta a adiestradores de circo.

Al empezar la Guerra se inició no sólo una movilización universal, sino que también se exigió entregar a perros aptos para ser soldados en el Ejército. En aquel entonces los patios de las oficinas de reclutamiento se llenaron de perros atados a las cercas. En los primeros meses de la Guerra sólo los clubes de adiestramiento de Moscú y la provincia enviaron al frente cerca de 14.000 de sus “alumnos”.



Durante la Gran Guerra Patria los soldados cuadrúpedos destruyeron más de 300 carros de combate nazis, entregaron más de 200.000 mensajes, algo que fue muy importante cuando no había otros medios de comunicaciones, y llevaron 5.862 toneladas de municiones a las posiciones de tiro. Cerca de 700.000 heridos fueron sacados de los campos de combate en trineos con perros.

Los fieles amigos de cuatro patas fueron especialmente útiles a la hora de levantar minas en las ciudades soviéticas y europeas ocupadas por los alemanes. Los castillos de Praga, catedrales de Viena y otras joyas de la arquitectura y cultura mundial se conservan hasta hoy en día gracias al magnífico olfato de los caninos, que encontraron las minas sin importar su profundidad o posición. En 303 ciudades fueron limpiados más de 18.000 edificios y encontradas más de 4 millones de minas.

Los perros soldados acompañaban a sus adiestradores por todos lados. Así, en la batalla de Moscú, un grupo de carros nazis retrocedió al ver una manada de perros que corrían hacia ellos. Los alemanes ya conocían la táctica soviética de explotar los tanques con la ayuda de perros entrenados. Durante la defensa de Leningrado también se usaron perros adiestrados para volar los objetivos enemigos, comunicaciones ferroviarias y trenes. Se conservan los informes alemanes que mencionan estos perros “frenéticos”.

Es especialmente conocida la pastor alemán llamada Dina, que volaba carros, ponía minas y hacía otros trabajos de espionaje. Se especializaba en volar vías ferroviarias, dejaba los explosivos debajo de los rieles y se alejaba antes de que estallaran. Vivió hasta muy vieja.

Los perros-mensajeros también ayudaron mucho en la guerra. En una línea de comunicación siempre trabajaban dos perros y dos guías. Los guías se quedaban cada uno en su puesto, por ejemplo, uno en punto de comando y el otro en la trinchera. Los perros corrían de un guía al otro llevando mensajes cifrados en los bolsos de sus collares. El perro entregaba los mensajes sólo a uno de los guías o a la unidad militar a quien reconocía olfateándola. Por eso los guías se preocupaban de que su ropa siempre emanara un olor constante y conocido por los perros. Llevaban en los bolsillos un trozo de parafina empapado de una sustancia aromática con el que frotaban su ropa, gorro y cañas de las botas y, en caso de ser necesario, las suelas de las botas.

Además los guías se ataban en las botas suelas más grandes, lo que hacía que sus huellas destacaran entre las demás.



Los perros eran entrenados para trabajar bajo fuego y para no tener miedo al sonido de los tiros y misiles. Un ejemplo de valor es el del perro mensajero que en el invierno de 1944, en la región de Nikopol (Ucrania), cruzó nadando el río Dniéper tres veces bajo el feroz fuego de artillería y ametralladoras. A pesar del agua helada, las fuertes corrientes y las constantes explosiones de los misiles, el perro entregó mensajes de suma importancia.

En los periodos de relativa calma, los perros mensajero fungían de carteros, llevando cartas y periódicos, e incluso condecoraciones.

Los perros que detectaban minas se utilizaron en todos los frentes. Después de la Guerra muchos edificios de las ciudades soviéticas liberadas llevaban el siguiente cartel: “Limpio de minas” y a continuación los nombres de los sargentos y oficiales que dirigieron el trabajo. Esta fue una regla de los zapadores. Lo mismo hacían los que trabajaban con perros pues sólo los terrenos revisados por los perros se consideraban totalmente limpios y seguros.



Esta pléyade de perros zapadores también tiene sus héroes. Por ejemplo, el perro Dzhulbárs, que desde septiembre de 1944 hasta agosto de 1945 detectó 7.468 minas y más de 150 misiles en las ciudades de Rumanía, Checoslovaquia, Hungría y Austria, de lo cual existen múltiples testimonios documentales.

Dzhulbárs también es protagonista de una anécdota curiosa. Tenía que participar en el Desfile solemne de la Victoria del 24 de junio de 1945 en la Plaza Roja. Pero el perro zapador estaba herido tras una de sus peligrosas operaciones y no podía desfilar junto con otros animales, de lo que se enteró Stalin. Él ordenó que lo llevaran cargando por la Plaza Roja sobre su propio capote. Así, siguiendo esta orden, el entrenador canino, el teniente coronel Alexander Mazover, jefe de la Federación Internacional de Cinología de Servicio, llevó al herido Dzhulbárs encima del capote de Stalin por la Plaza Roja.

JOSÉ GROS: ”¡JODER! ¡SI NO ESTOY MUERTO! ¡AÚN ESTOY VIVO!”

05 de abril de 2010. AG.- José Gros, más conocido en Rusia como Antonio 'el Catalán', fue soldado del Ejército de la República española en la lucha contra la sublevación fascista, entre 1936 y 1939 y guerrillero en la URSS, entre 1942 y 1945.

Durante la Gran Guerra Patria (la guerra de la URSS contra la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial) encabezó una agrupación guerrillera que combatía contra los nazis.

Nacío en la localidad de Manresa, cerca de Barcelona, el 26 de noviembre de 1913. Sus padres eran activistas de la anarcosindicalista Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y tenían siete hijos.

Ya con 9 años José empezó a trabajar en un taller de bicicletas y motos. A sus 19 ya era mecánico en las minas de Súria (Barcelona). Entre los mineros conoció а un comunista que visitaba la URSS. En 1934 participó en las protestas de obreros en Barcelona, que no tuvieron éxito y fueron dispersadas por la Guardia civil. En noviembre entró al servicio militar y en el aeródromo de Larache, de donde fue licenciado después de un año. Cuando regresó a Barcelona, muchas cosas habían cambiado: crecía el movimiento sindical. Por eso el joven José ingresó al Partido Comunista de Catalonia (sección catalana del PCE).

Cuando en 1936 empezó la Guerra Civil en España entre los republicanos y los 'nacionales', fue voluntario en el frente en la primera columna del Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC). Luchaba en Tardienta (Huesca, Aragón), bajo el mando de Trueba y después en Madrid con el regimiento Engels. A finales de diciembre de 1936 regresa a Aragón, donde inició su formación como guerrillero.

En febrero de 1937 fue enviado a una escuela de cuerpos especiales en Barcelona, dirigida por instructores rusos, que preparaban a los saboteadores de la retaguardia.

Participaba en varias operaciones en el Frente de Aragón. Gracias a los esfuerzos communes el frente se mantuvo firme hasta la primavera de 1938.

En Cataluña fue enviado a la escuela de guerrilleros del XIV Cuerpo del Ejército, donde estudió hasta la caída de Cataluña. Los republicanos decidieron proseguir la lucha de guerrillas después de ver perdida la guerra. El 10 de febrero de 1939, José Gros junto con 15 rebublicanos entraron en Francia. Allí, fue retenido en el campo de concentración de Saint Cyprien, junto a otros muchos miembros del Partido Comunista de España (PCE).

Pero la URSS le presto ayuda, salvó su vida y fue como voluntario a este país lejano y desconocido.
Embarcó en el puerto francés de Le Havre el 4 de mayo de 1939 y llegó a Leningrado el 11 de mayo de 1939. Allí trabajó como mecánico en una fábrica de producción de camiones y turismos.

Pero el 22 de junio de 1941 empezó la Gran Guerra Patria: los fascistas invadieron la URSS. José Gros fue al frente contra el fascismo por segunda vez. Al principio, realizaba funciones de enlace y posteriormente ingresó en un grupo guerrillero que se dedicaba a realizar operaciones de destrucción en la retaguardia. Participó en la defensa de Moscú. Combatió un cuerpo de élite en territorio de Bielorrusia y Ucrania. Aqui, en una población, fue herido en un pulmón por una bala, que le entró por el hombro. En una entrevista recordaba que le dejaron en el patio y al día siguiente, cuando se despertó, vio un carro lleno de flores. José gritó:”¡Joder!, ¡Si no estoy muerto! ¡Aún estoy vivo!”.

Dos días antes, en la casa, donde los guerrilleros pasaron la noche, una madre le pidió llevar a su hijo de unos 16 o 17 años como guerrillero, porque ya sabía disparar. Cuando tuvo lugar este desgraciado combate, encontró a este chico entre otros muertos de la aldea.

Actuaba bajo el alto mando del famoso comandante guerrillero Dmitri Medvédev, junto con muchos otros hispanohablantes. Fue un combatiente antifascista europeo ejemplar. Así luchó hasta el triunfo de las fuerzas soviéticas en 1945 en Berlín, cuando los soviéticos obligaron a los alemanes a capitular.



Ente los muchos honores y medallas que recibió, destacan la Medalla del Valor de la Unión Soviética en noviembre de 1941, por la defensa de Moscú; la Medalla del Guerrillero de Primer Grado, otorgada por hechos heroicos en la retaguardia alemana; la Orden de la Bandera Roja; la Medalla por la defensa de Moscú y la Medalla de la Victoria.

Posteriormente, en 1946, abandonó la URSS para regresar a su patria. Allí actuó como combatiente antifranquista desde 1946 a 1951, realizando varias operaciones relevantes y por fin organizó la retirada de la Agrupación Guerrillera de Levante- Aragón, la última guerrilla que tuvo el Partido Comunista de España (PCE) en suelo hispano. Abandonó las armas definitivamente y en los años 60 regresó a Madrid en la clandestinidad hasta la muerte de Franco en 1975. En aquellos años era responsables del PCE. Nunca fue detenido. De 1964 a 1975 encabeazaba el aparato central del PCE en Madrid y después se encargó de la seguridad del partido, defendiendo a sus líderes de los ultras nazis. Al cumplir 70 años, publicó el libro 'Abriendo caminos: relatos de un guerrillero comunista español', con prólogo de Dolores Ibarruri, 'La Pasionaria' (una emblemática figura del comunismo español), en el que ambos homenajean a los guerrilleros. Alcanzó mucha popularidad en España.

El 13 de julio de 2009, después de una larga enfermedad, falleció en el Hospital de Sierrallana, de Torrelavega (Cantabria). Estaba casado y tenía dos hijos y varios nietos.

LA ORDEN DE LA ESTRELLA ROJA

05 de abril de 2010. AG.- Para finales del siglo XIX Rusia ya contaba con un sistema de condecoración bastante amplio, cuyas raíces se puede rastrear a la época de Pedro el Grande. Él instituyó tres órdenes y creó el sistema para su entrega.

Las autoridades soviéticas y el Partido Comunista desarrollaron el sistema de condecoraciones de la URSS y prestaron mucha atención a la condecoración de los militares durante los durísimos años de la Gran Guerra Patria. El heroísmo que los soldados y oficiales mostraron en las batallas contra los nazis resultó tener un carácter tan masivo, y las hazañas realizadas entre 1941–1945 fueron tan diversas, que surgió la necesidad de crear nuevas órdenes militares.

La Orden de la Estrella Roja

La orden fue establecida para condecorar por servicios excepcionales en la causa de la defensa de la Unión Soviética tanto en tiempo de guerra como de paz.

La orden consistía en una estrella pentagonal roja esmaltada, con una imagen metálica blanca de un soldado portando un rifle en el centro. Debajo del soldado se situaban las siglas “CCCP” (URSS), rodeándole el lema “¡Proletarios de todos los países, únanse!”. En la parte inferior de la estrella se situaba la hoz y martillo. La orden se hacía de plata.

En general con esta orden se condecoraba a las unidades que no tomaban parte directamente en las operaciones bélicas, sino que se ocupaban de la reparación, abastecimiento, mantenimiento, servicios médicos y otras actividades que contribuían al avance exitoso del Ejército Rojo.

También la orden fue usada como condecoración a una carrera militar larga, “15 años del servicio irreprochable”.

De todas formas, durante la Gran Guerra Patria la orden fue entregada a casi 3 millones de personas y establecimientos. Uno de los primeros en recibir esta orden fue el fusilero del avión de bombardeo sargento D. Belovol. Cumplida una misión el grupo de aviones soviéticos regresaba a la base cuando los atacaron cazas enemigos. En el combate aéreo Belovol logró abatir 3 aviones nazis, pero recibió cuatro heridas. Por su valor y heroísmo el 8 de julio de 1941 recibió la Orden de la Estrella Roja.

Los ciudadanos extranjeros que luchaban en los ejércitos de los aliados o ayudaban a las tropas soviéticas también podían recibir la orden. Así, un grupo de militares estadounidenses recibió esta condecoración por su actividad excepcional que contribuyó al éxito de las tropas inglesas y estadounidenses en África del Norte e Italia.

En total, desde el inicio de la Gran Guerra Patria hasta el junio de 1944, 182 ciudadanos extranjeros fueron condecorados con la Orden de la Estrella Roja.

Los más destacados aviones de combate soviéticos en 1941-1945

I-16 (o Rata)

Es el principal avión de caza soviético en 1941 y fue desarrollado en la oficina de diseño de Polikarpov. El primer prototipo del I-16 salió en vuelo en diciembre de 1933, pilotado por el famoso piloto de pruebas Valeri Chkalov. En el momento de su creación fue un avión de diseño revolucionario, monoplano con tren de aterrizaje retráctil y velocidad de 470 km/hora.




En total, fueron fabricados unos 6.500 aparatos de este tipo en distintas modificaciones. Su principales características eran su relativamente pequeño tamaño, gran maniobrabilidad horizontal y potente armamento (en sus últimas versiones).

Pese a que estaba obsoleto en comparación con la flota de aviones caza alemanes de la época, sobre este aparato recayó el principal peso en los combates entre el verano de 1941 y la primavera de 1942. Fue el primer avión para muchos futuros ases de la Fuerza Aérea de la URSS.

Con anterioridad demostró su eficacia en los combates aéreos de la guerra civil española (contra las primeras modificaciones del Me-109), en conflictos bélicos con Japón y en la guerra contra Finlandia.

Las ventajas de este aparato al inicio de la guerra fueron su alto grado de resistencia, debido a su motor de enfriamiento por aire, menor vulnerabilidad a impactos, su gran maniobrabilidad horizontal y su dinámica de aceleración.

El aparato fue dado de baja de la Fuerza Aérea rusa en 1942.

Yak-9 (Yákovlev Yak-9)

El avión caza más numeroso de la Fuerza Aérea soviética a partir de la segunda mitad de la guerra. Participó en todas las operaciones del Ejército Rojo a partir de la batalla de Stalingrado. De amplio uso en todo tipo de misiones, sobre todo en las de acompañamiento y cobertura de los aviones de asalto (debido a su motor optimizado para maniobrar a bajas alturas, en que operaban aviones de asalto, quizá ésta fue una de misiones principales), combates aéreos, reconocimiento y otras. Su alto desempeño y prestaciones, como como una buena maniobrabilidad vertical, le dieron fama incluso entre los pilotos enemigos.



Yak-9D en el cielo de Sevastopol

Este tipo de avión lo prefirieron para sí los pilotos franceses de la escuadrilla (y más tarde regimiento) Normandía, grupo que luchó en el frente ruso formando una parte orgánica de una de las divisiones rusas de caza , y cuatro de los cuales merecieron el título HUS por sus victorias en los cazas Yakovlev.

Las desventajas de este aparato fueron sus fallos de diseño y tecnología de fabricación, causando bajas muy importantes de aviones y pilotos a causa de la gran cantidad de averías.

El Yak-9 fue el avión caza más fabricado de la Gran Guerra Patria. Desde otoño de 1942 a diciembre de 1948 fueron construidos más de 16.500 aparatos de este tipo.


La-7 (Lávochkin La-7)

El mejor caza soviético fabricado en serie durante la guerra y uno de los mejores del mundo entre 1944–1945. Desarrollado a partir del La-5, disponía de un potente armamento, gran resistencia en el combate (debido a su motor por enfriamiento de aire), motor optimizado para maniobras de altura y sencillez de pilotaje. El piloto que le dio mayor fama fue Ivan Kozhedub, el más fructífero as de los aliados con 62 victorias.

En total, entre 1944 y 1945, fueron fabricados más de 5.700 aparatos de este tipo.

IL-2 (Iliushin IL-2)

El principal avión de ataque de la Gran Guerra Patria. Aparato de diseño y concepción muy interesante y muy potente armamento de ataque aire-tierra, entre misiles, bombas y cañones de 23 mm. Se produjeron más de 36.000 aparatos de este modelo. Resistía admirablemente los impactos con su estructura mixta, alas de madera y cabina y motor blindados.



Ensamblaje de Il-2 de Kuibishev

El Il-2 recibió muchos apodos. En las fuerzas aéreas rusas era conocido como el 'Jorobado' (por la forma de su fuselaje), mientras que los pilotos de la Luftwaffe le llamaban 'Beton Flugzeug' o 'avión de cemento'.

Su misión principal era la de brindar apoyo directo a las tropas en el campo de combate. Por esta razón los soldados alemanes le tomaron tanto odio a sus pilotos que no les tomaban prisioneros una vez derribado el aparato.

Fue el avión de combate más fabricado durante la Gran Guerra Patria. En total fueron producidos más de 36.000 aparatos de este tipo. Participó en combates en todos los teatros de operaciones, incluyendo la guerra contra Japón de 1945.

La desventaja de este modelo fue su eficacia insuficiente debido a la ausencia de sistemas de puntería modernos y a las tácticas de su uso, dictada por la imposibilidad de ataques en picado. Para un ataque más eficaz, grupos de estos aviones tuvieron que atacar el mismo blanco en varias pasadas y a muy bajas alturas, permaneciendo mucho tiempo en el cielo y atrayendo el fuego de todo lo que podía disparar bajo ellos.

Lo anteriormente mencionado, además de su relativamente baja maniobrabilidad debido a su peso (lo cual le dejaba casi indefenso contra los ataques de cazas alemanes), hizo que las bajas de estos aviones fueran muy elevadas.

No obstante su fuerte armamento y varias leyendas en torno a su nombre, demostraba poca eficacia contra blancos blindados, debido a que desde los ángulos de fuego que podía emplear y a la imposibilidad de atacar en picado, no podía impactar la parte más vulnerable de los carros de combate: el techo. Así, por ejemplo, se reveló en pruebas en polígono (con pilotos con experiencia en combate), que para destruir un tanque ligero alemán hacían falta un promedio 12 pasadas de estos aviones (o un ataque concentrado de 12 aparatos).

Tu-2 (Tupolev Tu-2, Tupolev ANT-58)

Merece atención especial por haber sido el mejor bombardero en picado del mundo en su época, que debido a varias circunstancias de carácter coyuntural de la URSS podría considerarse el mejor bombardero de este tipo en los inicios de la guerra en el mundo entero. Superaba en casi todas sus características a todos los aviones de la época, opinión sostenida tanto por alemanes como por aliados (cosa muy rara en la aeronáutica, donde casi todo es un compromiso), hecho que hace que se le considere el “gran ausente” en la primera mitad de la guerra.

Tenía tanto mejores características de ataque en picado, como mayor carga útil, velocidad, mecanización de partes móviles, autonomía, etc. Sin embargo, su producción masiva empezó sólo en 1944.

Durante casi todo el período de la guerra se daba preferencia al Petliakov Pe-2, bastante inferior en todos los aspectos, salvo su velocidad.

Curiosamente, esta fenomenal aeronave fue desarrollada por el famoso Andrei Tupolev en una oficina de diseños TsKB Nº29, que representaba formalmente una cárcel del macabro NKVD, pero era en esencia una oficina de diseños aeronáuticos, donde varios presos políticos podían continuar sus trabajos.

Pasó el bautismo de fuego en septiembre de 1942, demostrando tanto sus excelentes prestaciones, como un altísimo porcentaje de supervivencia.

La producción de estos aparatos continuó hasta 1948. En total, fueron fabricados 2.200 bombarderos de este tipo.

NATALIA MEKLIN: “LA BRUJA DE LA NOCHE”

05 de abril de 2010. AG.- Natalia Fiódorovna Kravtsova (de soltera Meklin), nació el 8 de septiembre de 1922 y falleció el 5 de junio de 2005. Fue piloto del regimiento de bombardeo nocturno de la guardia 46.

Para diciembre de 1944, la teniente Natalia Meklin realizó 840 misiones de bombardeo de objetivos de gran importancia en la retaguardia del enemigo, aglomeraciones de sus fuerzas vivas y equipo bélico, causando grandes pérdidas al enemigo. Los alemanes apodaron a las mujeres piloto de este regimiento "las Brujas de la Noche".

En 1945 fue distinguida con el título del Héroe de la URSS. También fue condecorada con dos Órdenes de la Guerra Patria, la Orden de la Estrella Roja, de la Bandera Roja y muchas medallas.

Luego de la guerra, Natalia terminó un curso del Instituto Militar de Idiomas Extranjeros (1948–1953). Trabajó de intérprete en el departamento de información de la Dirección del Estado Mayor del Ejército Soviético. Luego pasó a la Editorial de Literatura Técnico-militar en Idiomas Extranjeros como traductora y redactora. Se retiró con el grado de mayor.



Fragmento de su libro Crónica del bombardero ligero nocturno Po-2, o 46.º Regimiento de guardia femenino:

“La misión es bombardear Baguerovo, estación ferroviaria al oeste de Kerch (link Ucrania, Crimea). Aquí llegan los convoyes alemanes llevando armas, misiles, soldados.

[…] Por un tiempo el avión voló encima de las nubes. “Es tiempo de bajar de altura”, dijo mi navegadora Nina Reutskaia. Salimos de las nubes a la altura de 500 metros. Abajo, como en la palma de la mano, se encontraba la estación y nuestro Po-2 también se podía divisar perfectamente desde la tierra. Me daba cuenta de que sería una misión “caliente”: la estación contaba con reflectores y cañones antiaéreos. Ahora están ocultos y callados, nos acechan… Esto me pone nerviosa. Ya es tiempo. Un segundo más… no, dos segundos… ¿Qué esperan?

En momentos así siento en mi estómago una sensación de frío, como si hubiese tragado una rana. La rana es el miedo. Un miedo ordinario y asqueroso que hay que vencer: de todas formas pasaré todas las pruebas.

Se encendieron cuatro reflectores. El primer cañón antiaéreo escupió un misil. Luego el segundo. Las ráfagas luminosas se acercaron al avión. Yo mantengo el rumbo, Nina está bombardeando el convoy. Los misiles estallan alrededor del avión con estrépito y chasquidos secos. Huele a pólvora y cenizas. Girando el avión ya sea hacia un lado, ya sea hacia abajo, intento adivinar dónde estallará el siguiente proyectil…

Nos retiramos al norte, hacia el mar. Los reflectores no nos dejaron hasta que no nos situamos a ras del agua. Los rayos de luz se posaron sobre la tierra y, finalmente, se apagaron. Nina dijo: “Natasha, mira las alas”. Yo vi dos agujeros grandes en el ala inferior, el superior también fue agujereado, el larguero estaba roto, los trozos de lona colgaban como una bandera. Pero el avión volaba y todos los miedos quedaron atrás. De repente mis piernas temblaron fuerte, golpeándose contra el suelo de la cabina. Con las manos las apreté con todas mis fuerzas pero fue inútil. Poco a poco pasó. Ahora estábamos volando en un cielo despejado, sin nubes. Las estrellas desprendían una luz pacífica. Delante de nosotras en la tierra ya se divisaban tres tenues lucecitas. Allí nos esperaban. Allí estaba nuestra casa”.

ALEXANDER MATRÓSOV. UN SACRIFICIO COMÚN Y CORRIENTE

05 de abril de 2010. AG.- La hazaña de este soldado que cubrió con su cuerpo la aspillera (apertura por la que se dispara) de un fortín nazi, se hizo conocida en toda la URSS. A la hora de concederle el título póstumo de Héroe de la Unión Soviética, Stalin lo calificó como "ejemplo de valor militar y heroísmo para todos los luchadores del Ejército Rojo".

Alexander Matrósov nació el 5 de febrero de 1924 en la actual ciudad de Dnepropetrovsk, en Ucrania. Sus padres murieron muy temprano y desde los 6 años fue educado en un orfanato. Más tarde fue condenado a dos años de encarcelación por violación del régimen de pasaporte y fue recluido en una colonia infantil de trabajo en la ciudad de Ufá, República de Bashkiria (Circunscripción actual del Volga, Rusia).

Al empezar la Segunda Guerra Mundial, Matrósov hizo algunos intentos de ir al frente desde la colonia, pero sus solicitudes fueron rechazadas varias veces. Según una de las fuentes, incluso escribió una petición a Stalin:

“¡Estimado Comisario del Pueblo!

Le escribe un simple trabajador de Ufá. A los seis años me quedé sin padres. Si hubiese estado en un país capitalista el hambre me habría matado. Pero, en el Estado soviético, me han cuidado y me han entregado una formación y especialización. Por todo ello, estaría muy agradecido si el Partido Comunista y el Régimen Soviético, en estos momentos en los que la Patria está en peligro, me permitiera protegerla con armas en las manos.

Aquí en Ufá he solicitado tres veces autorización para ir al frente, pero las tres veces se me ha denegado. Ahora tengo 17 años, ya casi soy un adulto, y creo que seré más útil en el frente que aquí. Le ruego que apoye mi petición y que me envíen al frente como voluntario, y si es posible, que sea al Frente Occidental para participar en la defensa de Moscú”.

En septiembre de 1942, Matrósov al fin es llamado al Ejército Rojo. Fue enviado a la escuela militar juvenil para realizar un curso de formación de seis meses. Sin embargo, ya en enero de 1943, junto con muchos cadetes fue enviado directamente al frente como soldado de infantería.

Allí formó parte de la 91ª brigada independiente de voluntarios del Frente de Kalinin. Su unidad permaneció cierto tiempo en reserva y en febrero fue trasladada a las cercanías de Pskov (parte noroeste de Rusia) para tomar parte en las operaciones bélicas. El 27 de febrero de 1943, el batallón de Matrósov recibió la orden de tomar el baluarte alemán en el pueblo de Chernushki.

El ataque soviético fue detenido por el fuego feroz de ametralladoras que se escondían en pequeñas fortificaciones de tierra. Sin embargo, los soldados soviéticos consiguieron destruir dos de ellas con artillería perforante, pero el tercer fortín resultó ser un obstáculo duro de vencer.




Sello postal de la URSS, dedicado a Alexander Matrósov, en la série de Héroes de la Unión Soviética

El periódico Veterán (El Veterano) ofrece la siguiente visión de los hechos:

“Tres ametralladores que intentaron arrastrarse hacia el fortín de tierra enemigo murieron como héroes. Entonces se levantó el soldado Alexander Matrósov, el enlace del comandante.

— Iré yo, dijo resuelto.

Bajo el cruel fuego Matrósov, armado de un fusil de asalto, se arrastró por la tierra cubierta de nieve para acercarse por uno de los flancos al fortín de tierra. Sabía que cada segundo valía para el combate. Cuando estaba a pocos metros, se levantó y lanzó una tras otra dos granadas al fortín, acallándolo por un instante. Ya no le quedaban más granadas y disparó contra la fortificación con su fusil de asalto.

Algo pareció estallar en el fortín y la ametralladora del enemigo no se oyó más. Enseguida Alexander se levantó de la tierra y alzando el fusil gritó con todas sus fuerzas a sus compañeros: — ¡Adelante!...

Y todos se levantaron como uno desde el suelo nevado y se lanzaron hacia adelante. Pero, al reiniciarse el ataque de los soldados soviéticos, la ametralladora alemana empezó nuevamente a disparar.

De repente Matrósov se lanzó y cubrió con su cuerpo la aspillera de la ametralladora, acribillado en segundos por las ráfagas, pero entregando valioso tiempo para el avance del batallón.

Así, dentro de algunos minutos, la aldea de Chernushki fue tomada y se izó la bandera del país, por cuya libertad y gloria Matrósov sacrificó su vida”.

Esta hazaña de Matrósov se convirtió en símbolo de coraje y valor militar, de entrega y amor por la Patria. Fue póstumamente nombrado Héroe de la Unión Soviética según el decreto de la presidencia del Soviet Supremo de la URSS del 19 de junio de 1943. En las escuelas de la Unión Soviética, el sacrificio de Alexander Matrósov fue bien estudiado y tradicionalmente se ponía como ejemplo de sacrificio por la Patria.

Mientras tanto, durante la Gran Guerra Patria ocurrieron cerca de 300 hechos similares de inmolaciones de soldados soviéticos. De todos estos se conoce poco o nada. Probablemente la historia de Matrósov fue elegida por la máquina propagandística soviética a causa de que el personaje fue un niño abandonado, sin familia y procedente de un orfanato, que dio su vida por la Patria. Incluso la fecha de la hazaña fue mudada del 27 al 23 de febrero para hacerla coincidir con la fiesta del Día del Ejército Rojo.

Puede ser también que esta publicidad fuera solamente resultado de las coincidencias de las circunstancias. Pero, lo más importante, es que este caso es un ejemplo típico de que la propaganda soviética con respecto al valor y al heroísmo se centró principalmente en el valor individual y la inmolación del individuo, mientras que la propaganda aliada, al igual que la alemana, se centraba en glorificar a los soldados más eficientes.

En una carta a su novia un día antes de su muerte Matrósov escribió: “Sí, Lida, he visto morir a mis compañeros. Y hoy el jefe del batallón nos contó como cayó un general: murió en el combate con su cara hacia el oeste. Amo la vida y quiero vivir, pero el frente es así: estás vivo y de súbito una bala o misil acaba con tu vida. Pero, si mi destino es morir, querría morir como aquel general: en combate y con mi rostro hacia el oeste”…

IVAN KOZHEDUB. EL AS MÁS RESOLUTIVO DE LOS ALIADOS

05 de abril de 2010. AG.- El piloto-leyenda de la aviación soviética. Realizó 336 misiones de combate, enfrentándose al enemigo en 126 ocasiones, y personalmente derribó 62 aviones. Fue el piloto de caza con mejores resultados de la Fuerza Aérea de los aliados durante la Segunda Guerra Mundial. Tal fue el legado de Ivan Kozhedub en la Segunda Guerra Mundial. Hasta nuestros días en las escuelas y academias de aviación siguen estudiando la trayectoria combativa de este célebre piloto.

Ivan Nikitovich Kozhedub, nacido en Ucrania en una familia campesina, fue el hermano menor de cinco hijos. La infancia del futuro mariscal de la Fueza Aérea de la URSS coincidió con los años de hambre y de trabajo. De todos los juguetes, Ivan se podía permitir solo uno zancos, una pelota rellena de trapos y un par de esquís. Además, no tenía mucho tiempo para jugar, desde muy joven se vio obligado a trabajar para ayudar a su familia.

De niño soñaba con aprender a tocar la trompeta, pero al final ingresó a una escuela químico-tecnológica. Allí mismo, sin abandonar los estudios, empezó a estudiar en el club aéreo local. Aquella época quedó claramente marcada por el enorme interés de la juventud hacia la aviación, afición enormemente estimulada por los dirigentes del país; uno de los eslóganes del período fue: “¡Los miembros del komsomol: a los aviones!”. En la década de 1930 todo el mundo estaba entusiasmado por los vuelos de Valeri Chkalov, de varias horas y sin escalas, desde Moscú a la Península de Kamchatka y de allí a Vancouver a través del Polo Norte. Este hombre fue el ejemplo a seguir para el todavía escolar Kozhedub. Leía mucho sobre él, vio películas, pasaba horas con un mapa marcando las rutas de sus vuelos.

En 1938 Kozhedub terminó los estudios en el club aéreo. Justo este año los japoneses iniciaron una ofensiva contra la frontera del país en la región del Lejano Oriente. Este conflicto convenció al joven para obtener una profesión más, una que le ayudara a defender a su país.

A comienzos de 1940 Ivan fue llamado a las oficinas de reclutamiento y de allí le enviaron para estudiar en una escuela militar especializada en la preparación de pilotos de cazas. Fue ese el preciso momento en que comenzó su carrera militar a partir de ser un piloto aficionado. Se entrenó y voló mucho, perfilándose ya su maestría en el pilotaje. “Si hubiera sido posible me parece que nunca jamás habría salido del avión. El entrenamiento en técnicas de pilotaje, el perfeccionamiento en las figuras del pilotaje avanzado, me llenaban de una incomparable felicidad”, recordaría varios años después el general Kozhedub.

Al inicio de la guerra ya era un teniente y servía de instructor en una escuela militar. Todos los fines de la semana los dedicaba a su perfeccionamiento autodidacta como piloto de caza, estudiando problemas tácticos, resumiendo descripciones de combates aéreos, esbozando esquemas…

Junto con su escuela fue enviado a Asia Central. Varias veces solicitó su envío al frente, siendo finalmente aceptada su petición en noviembre de 1942. Kozhedub fue enviado a un regimiento todavía en formación, con base en la ciudad de Ivánovo, donde debió aprender a manejar al nuevo avión Lavochkin La-5. A propósito, el fuselaje del nuevo aparato que recibió estando en el frente llevaba la inscripción de fábrica “Valeri Chkalov”. En adelante esta frase se convirtió en el lema para el joven piloto, recordándole que debía pelear como Chkalov.



En marzo de 1943 Kozhedub fue enviado al ejército activo. Su primer combate por poco no se convirtió en el último. El avión de Ivan fue impactado por un caza alemán y después, por error, por baterías antiaéreas soviéticas; su avión era imposible de ser reparado. Kozhedub derribó su primer avión enemigo el 6 de julio de 1943, durante los sangrientos combates de la batalla de Kursk. En días posteriores, las víctimas del piloto fueron otros dos cazas y dos bombarderos alemanes. En seis meses seguidos Ivan realizó 146 misiones y echó a tierra 20 aviones enemigos, por esto, el 4 de febrero de 1944 se le otorgó su primer título y la medalla de Héroe de la Unión Soviética (HUS). Durante el resto de la guerra Kozhedub pilotó el La-5 y el La-7 y sus hazañas fueron ampliamente difundidas entre el pueblo soviético que le adoraba. El público llegó a reconocer su rostro a través de grandes carteles dispuestos en zonas públicas, alentando a la gente a “combatir como Kozhedub”. Así, el piloto se igualó en fama al legendario Chkalov, quien murió en vísperas de la guerra durante las pruebas del nuevo avión de Polikarpov, el I-180.

A medida que el piloto elevaba su maestría y adquiría experiencia, le ascendían en grados militares y en cargos. Al final de la guerra era mayor y segundo jefe de un regimiento de cazas, varias veces condecorado.

Aparte de sus victorias contra aviones con motores de embolo, Ivan Kozhedub fue de los pocos pilotos del mundo que pudo derribar en combate a un Me-262, caza bimotor de reacción, con características muy superiores al de los aparatos de que disponían los aliados.

Muy exigente y riguroso con sí mismo, feroz e incansable en el combate, Kozhedub fue el combatiente aéreo ideal, cumplidor y con iniciativa, atrevido y calculador, valiente y hábil, un verdadero caballero sin miedos ni falencias. “Una maniobra precisa, un fuerte ataque aturdidor y golpear a la mínima distancia posible”, así Kozhedub definió la esencia del combate aéreo.
Combatiente nato, vivía del combate, anhelaba el combate. Bastaría con recordar un episodio contado por otro gran as soviético del mismo regimiento, Kirill Evstigneev: “Una vez Ivan Kozhedub regresó de cumplir una misión, todavía excitado y quizá debido por ello bastante locuaz, poco característico para él:

– ¡Vaya paliza que nos han dado! Seguro que fueron los “lobos” de la escuadra Udet. ¡Pero les hemos medido las costillas, ya verán! – Al hacer un gesto hacia al puesto de mando, preguntó con esperanza al ayudante del escuadrón: “¿Qué noticias traen? ¿Tendrán algo más para nosotros?”

Desde los primeros días de la guerra Kozhedub nunca se separaba de su libreta de notas; la llevó consigo el resto de vida. La primera hoja de sus notas tenía extractos La ciencia de vencer de Alexandr Suvorov. Entre las últimas hojas reposaba una flor seca, una especie de talismán. En la misma libreta Ivan llevaba su registro personal de victorias, anotando la fecha, tiempo de combate y marca del avión derribado. En total contiene 62 anotaciones con el resumen de los resultados.



Terminada la guerra, no significó el fin de la carrera militar y profesional del piloto “gracias a Dios”. Comenzó a pilotear cazas de reacción en 1948 y en abril de 1951 ya encabezaba la división de cazas MiG que luchó contra la Fuerza Aérea estadounidense durante la guerra de Corea, a pesar de que tenía prohibido por los altos mandos militares el participar personalmente en misiones.

Llegó a ser Coronel-General de Aviación en 1974, siendo ascendido a Mariscal del Aire el 7 de Agosto de 1985.

El mariscal de la Fuerza Aérea soviética, Ivan Nikitovich Kozhedub, falleció en agosto de 1991 a la edad de 71 años.

LA GUERRA DE GUERRILLAS ENTRE 1941–1945

04 de abril de 2010. AG.- La guerra de guerrillas, participación de amplias masas populares para luchar contra el enemigo en los territorios ocupados, fue un importante elemento del pueblo soviético en la lucha contra el fascismo.

Las personas que las formaron estaban motivadas por la desesperación o por un llamado interno; rechazaban el nuevo “orden” impuesto por los alemanes o estaban decepcionados por el régimen de ocupación. Entre ellos había soldados y oficiales, que se vieron aislados en el territorio ocupado, o que pudieron escapar de los campos de prisioneros. Sin embargo, la mayor parte de los guerrilleros fueron personas de profesiones pacíficas, viejos y jóvenes, que con el tiempo se convirtieron en una fuerza temible para los agresores, capaz de infundirles una permanente sensación de peligro y causándoles un fuerte impacto moral.

La dirigencia de la URSS, por su parte, por todos los medios instaba a la población que se quedó en la zona de ocupación a formar guerrillas y grupos subversivos, desarrollar una guerra de guerrillas, no dejar pasar a las tropas enemigas, volar puentes, descarrilar los trenes, cortar cables, e incendiar almacenes.




En una resolución especial del Comité Central del partido comunista, fechada el 18 de julio de 1941 y titulada “Sobre la organización de la lucha en la retaguardia de las tropas enemigas”, el partido instó a las entidades en todos los niveles a promover la lucha clandestina y la formación de guerrillas; a “ayudar a formar por todos los medios disponibles destacamentos de guerrilleros de infantería y caballería; grupos subversivos y de exterminio; y a desplegar “una red clandestina de nuestras organizaciones bolcheviques en el territorio ocupado para liderar todas las actividades contra los ocupantes fascistas”.

La primera guerrilla se formó el primer día de la guerra, el 22 de junio de 1941, en Bielorrusia, librando su primer combate el 28 de junio al eliminar un tanque de reconocimiento, tomar prisioneros y capturar mapas. El destacamento fue encabezado por Vasili Korzh, un militar y guerrillero experimentado participante de la Guerra Civil Española y que se hizo famoso durante la Gran Guerra Patria. Teniendo solo tres grados de enseñanza en la escuela, se convirtió en general guerrillero al encabezar en Bielorrusia el destacamento más grande de ellos: unos 15 mil efectivos. En el territorio que controlaba, Korzh instaló un aeródromo e incluso una imprenta y estableció su orden. Así, por ejemplo, se castigaba con mano dura a los saqueadores, incluyendo a los guerrilleros: “Estamos combatiendo por el pueblo. Nunca maltraten al campesino. Pídanle un pedazo de pan, si hace falta, pero nunca lo tomen a la fuerza. Si maltratas a un campesino pondremos fin a tu vida de guerrillero, al culpable lo encontrarán debajo de la tierra…”

Durante la guerra el destacamento de Korzh eliminó a 26 mil invasores, tomó 422 prisioneros, hizo descarrilar 468 trenes y destruyó más de 700 vehículos. El 15 de agosto de 1944 le otorgaron el título honorífico de Héroe de la Unión Soviética (HUS).

Otro legendario jefe guerrillero fue el ucraniano Sidor Kovpak. Uno de sus correligionarios, combatiente de reconocimiento, lo describió como “…un viejo de sesenta años, sin enseñanza alguna, que sirvió en un comando de reconocimiento durante la Primera Guerra Mundial, viejo y bravo soldado, que pasó a rastras por trincheras y las tierras de Galicia [ucraniana] y los Montes Cárpatos, galardonado con las dos cruces de San Jorge por su valentía, y veterano de la división de Chapaev durante la Guerra Civil…”

A inicios de 1941, Kovpak formó una pequeña guerrilla. El inicio fue modesto, ni siquiera todos los combatientes tenían armas. Posteriormente, el destacamento de Kovpak “El viejo”, como lo llamaron sus combatientes, fue creciendo permanentemente. A su cargo tuvieron varias operaciones, por ejemplo, la voladura simultánea de cinco puentes en el nudo ferroviario Sarni, que resultó de tremenda importancia para cortar las vías de abastecimiento de los Ejércitos alemanes del sur.

Kovpak se dio cuenta de que para sobrevivir era imprescindible estar permanentemente en movimiento, no parar por mucho tiempo en un lugar. Más tarde recordaría: “durante nuestras acciones de maniobra paulatinamente desarrollamos nuestras reglas de movimiento de guerrillas: empezar la marcha al atardecer y descansar de día en bosques o aldeas lejanas; conocer todo lo que pasaba adelante y en los flancos; no moverse por mucho tiempo en la misma dirección; preferir los rodeos a los caminos rectos; asignar destacamentos de contención; eliminar las pequeñas guarniciones o grupos y hacer emboscadas sin dejar rastros; en ningún caso admitir movimientos fuera de orden; no salirse de las filas; siempre estar preparado para que la columna de viaje logre en minutos una defensa perimétrica y abra fuego demoledor ante la aparición del enemigo; hacer que algunas piezas de artillería salgan a ocupar una posición mientras otras abren fuego desde la marcha; moverse las fuerzas principales por caminos lejanos y conocidos solo por habitantes locales, mientras que los comandos especiales usan los caminos importantes y las vías férreas para cerrarlos al enemigo; volar puentes y rieles; cortar cables; descarrilar trenes”.

Por la noche, por donde pasaba una columna reinaba el silencio, mientras que a la distancia todo estaba ardiendo y retumbando. “Nadie sabe ni debe saber adónde vamos y de dónde hemos venido. Todo el pueblo está combatiendo y nosotros somos tan solo un pequeño arroyo en este temible flujo de guerra popular”, decía.

Gracias a los combatientes de Kovpak, las guerrillas liberaron vastas zonas de las manos de los fascistas y sus secuaces en varios territorios ocupados de Bielorrusia y de la provincia de Briansk.

Una de las más destacadas operaciones realizada por el destacamento de “El viejo” fue la eliminación de los yacimientos petrolíferos en los Montes Cárpatos, en medio de una profunda retaguardia enemiga, pues estos eran una fuente importante de abastacimiento de combustible del Grupo de Ejércitos Sur del Wehrmacht. En el verano de 1943, los guerrilleros volaron las torres de petróleo, los depósitos de carburantes y tres plantas de procesamiento de crudo. Al enterarse de lo acontecido, Hitler exigió eliminar el destacamento de Kovpak. Contra los 1.500 combatientes de “El viejo” fueron lanzados ocho regimientos del ejército alemán y una división de SS. Los alemanes rodearon a sus guerrilleros, pero el destacamento de Kovpak se dividió en seis grupos, cada uno de los cuales se fue en distintas direcciones. Pese a las grandes bajas, los guerrilleros pudieron romper el cerco y más tarde volver a reunirse.




Por su valentía y cumplimiento ejemplar de las tareas encomendadas, a Sidor Kovpak le otorgaron su primer título de HUS en mayo de 1942, y el segundo, en enero de 1944. Por su eficaz mando de los destacamentos guerrilleros fue uno de los primeros jefes de guerrillas que fue ascendido a general.

Se considera que a finales de 1941 las guerrillas contaban con 90 mil combatientes, siendo más de dos mil el número de sus destacamentos. De este modo, los primeros grupos de ellos eran muy poco numerosos e incorporaban pocas decenas de efectivos. El primer invierno de la guerra fue muy frío, las guerrillas no tenían bases instaladas, les faltaban armas y era difícil conseguir comida. Todo ello complicaba su actuación. Sin embargo, el número de estos grupos siguió creciendo a tal grado que, para finales de 1943, ya incorporaban hasta 250 mil efectivos.

Desde mayo de 1942, el mando estratégico de los guerrilleros se ejercía por el Estado Central del Movimiento Guerrillero a través de un sistema de estados republicanos y provinciales. Como resultado de tal interacción, el movimiento guerrillero se hizo más organizado y eficaz. Así, por ejemplo, en agosto de 1942 se registraron 150 descarrilamientos de trenes; en octubre, 210; y en noviembre, 240. Los guerrilleros se hicieron más atrevidos y hasta empezaron a atacar a columnas enemigas en marcha. En definitiva, las zonas bajo las acciones guerrilleras se hicieron para los alemanes lugares de creciente peligro, incluso las empezaron a marcar en los mapas con signos especiales.

En junio de 1943, en plena batalla de Kursk, se inició la operación guerrillera llamada “la guerra de rieles”. En un mes, esta operación ejecutada por comandos de 100 mil combatientes, voló gran número de rieles, trenes y puentes. La capacidad de las vías férreas disminuyó en un 35–40% y durante largo tiempo los alemanes no pudieron recuperarla.

En la etapa final de la Gran Guerra Patria, cuando las tropas soviéticas empezaron a expulsar al agresor del territorio nacional, las guerrillas hicieron mucho para salvar a los habitantes locales de ser transportados a los campos de trabajo en Alemania, resguardaron sus bienes, y también ayudaron en todo al ejército durante las operaciones ofensivas.

Normalmente los guerrilleros estaban armados con armas ligeras: pistolas, ametralladoras ligeras, fusiles, granadas de mano y, solo a veces, disponían de morteros y artillería. Prestaban juramento todas las personas que ingresaron en sus destacamentos (incluso ex militares). La disciplina en las guerrillas fue rigurosa.

Al inicio de la guerra caían cerca del 90% de los combatientes de los grupos, mientras que para el final de la guerra este porcentaje se redujo a 10%. Aparte de la actividad subversiva (eliminación de medios de comunicación, eliminación y contaminación de conductos y pozos de agua, etc.), los guerrilleros participaron directamente en combates brindando apoyo a las tropas regulares y cumplían misiones de reconocimiento y espionaje, propaganda política, o eliminación de colaboracionistas.

Las principales zonas de sus actividades eran las extensas áreas de bosques y pantanos de Ucrania y Bielorrusia, así como las provincias rusas de Briansk, Pskov, Leningrado y Smolensk. Pequeñas guerrillas actuaban además en el territorio de las Repúblicas del Mar Báltico (Lituania, Letonia y Estonia).

Sus relaciones con la población local de la URSS a veces eran contradictorias. La ayuda de la población fue para ellas de vital importancia, siendo el factor principal de su éxito. Pero, en algunos casos, los guerrilleros demandaban a los locales abandonar sus casas y quemarlas antes de retirarse, con lo que se convirtieron en sus enemigos y, al ser combatidos, ejercieron violencia contra los pobladores. También se registraron casos de comandos especiales formados por nazis para desacreditar al movimiento de resistencia. Los pseudoguerrilleros eran normalmente colaboracionistas y cometieron asesinatos entre los habitantes locales.

El movimiento guerrillero realizó centenares de grandes hazañas gracias a personas humildes, en su mayoría simples trabajadores que se levantaron en armas para defender a su Patria e intentar hacer todo lo posible para que se marcharan los invasores. El amor a la Patria y el odio a los agresores unieron a cientos de miles de personas de los más disímiles estratos y condiciones de vida: niños que cumplieron misiones de reconocimiento, muchachas que descarrilaron los trenes o viejos que volaron puentes y organizaron emboscadas.

domingo, 4 de abril de 2010

EEUU planea usar en sus cohetes un motor que la URSS desarrolló hace 40 años

04 de abril de 2010. AG.- Empresas aeroespaciales de EEUU planean usar en sus cohetes un motor de fabricación rusa, NK-33, que el diseñador Nikolai Kuznetsov desarrolló hace 40 años para el programa lunar de la Unión Soviética, escribe hoy el diario Vedomosti.

Un portavoz de Aerojet, compañía norteamericana que podría equipar con este motor la primera etapa del propulsor Taurus II, confirmó que sus colegas están "completamente satisfechos" con el resultado de los ensayos y mantienen ahora consultas adicionales con vistas a la firma de un contrato.

El fabricante de Taurus II, Orbital, ya tiene un acuerdo con la NASA que le permitiría ingresar en los próximos cinco años 1,9 mil millones de dólares gracias al aprovisionamiento de la Estación Espacial Internacional, o ISS por su sigla en inglés.

"Recién empezamos a entender cuántas oportunidades se esconden en el NK-33", señaló al respecto Nikolai Nikitin, director ejecutivo de la empresa rusa SNTK Kuznetsov.

La Unión Soviética congeló su programa lunar a principios de los 70, y el NK-33 fue condenado a cubrirse de polvo en un almacén. Varias pruebas recientes demostraron que el empuje de ese motor supera en un 108% las características previstas. Durante los ensayos, el NK-33 se mantuvo operativo durante 617 segundos, casi el triple de lo que se requiere para elevar a la órbita un cohete estadounidense.

Hace algunos años, Aerojet compró a SNTK Kuznetsov unos 40 motores NK-33, por un millón de dólares cada unidad. Nikitin cree necesario "subir notablemente el precio", si se llega a firmar un nuevo contrato. Otra empresa rusa, Energomash, vende en EEUU motores de empuje equiparable, RD-180, a más de seis millones de dólares la pieza, recordó él.

Según las previsiones, EEUU podría necesitar 71 motores NK-33 en el período 2016-2020. Hay unos 40 disponibles en almacén, por lo cual habría que reanudar su producción en Rusia.

Expertos del sector consideran prematuro debatir tal posibilidad hasta que haya un pedido en fijo pero reconocen que el potencial de la industria espacial soviética, según demuestra el caso del NK-33, ha sido tan espectacular que sigue teniendo demanda cuatro décadas después.

Juzgado declara ilícito el decreto por el que al líder nacionalista se otorgó el título de Héroe de Ucrania

04 de abril de 2010. AG.- El Tribunal Administrativo de Donestk declaró hoy ilícito y dispuso anular el decreto por el que el ex presidente de Ucrania, Víctor Yúschenko, otorgó póstumamente el título de Héroe de Ucrania al líder nacionalista Stepan Bandera, informó el corresponsal de RIA Novosti.

Yúschenko emitió tal decreto el 22 de enero de 2010. El 27 de enero, el abogado Vladímir Olentsevich lo recurrió en el Tribunal Administrativo de Donestk, declarando que el título en cuestión se otorga exclusivamente a ciudadanos de Ucrania. Stepan Bandera no lo era, pues murió en emigración mucho antes de surgir Ucrania como Estado independiente.

Stepán Bandera (1909-1959) proclamó la independencia de Ucrania cuando la Alemania nazi invadió la Unión Soviética en junio de 1941. El Ejército Rebelde de Ucrania (UPA), fundado en octubre de 1942 por decisión de la Organización de Nacionalistas Ucranianos (OUN), luchó contra el Ejército Soviético y operó básicamente en Ucrania Occidental.

Colaboró con los nazis aunque al final de la guerra combatió durante un tiempo contra ellos, sin abandonar su pugna contra la URSS. Bandera vivió en Alemania después de la Segunda Guerra Mundial y se dedicó al entrenamiento de elementos subversivos para su infiltración en el territorio de la URSS. Murió en 1959 en Múnich.

sábado, 6 de marzo de 2010

MUCHOS RUSOS SIGUEN SINTIENDO NOSTALGIA POR LA ÉPOCA DE LA URSS

06 de marzo  de 2010. AG.- miles de rusos siguen sintiendo nostalgia por la extinta Unión Soviética. Según la última encuesta realizada por el Centro de Estudios de Opinión Pública, los ciudadanos rusos de edad media y avanzada sienten emociones positivas por la palabra 'soviético', mientras que los jóvenes rusos son más bien imparciales al respecto.

Según los sociólogos, aparte de la palabra “nostalgia” (31%), los encuestados experimentan también un sentido de orgullo (18% frente al 1%) y aceptación (17% versus 2%). Dicha palabra hace despertar mayoritariamente recuerdos buenos y felices (14%), se asocia con orden y confianza en el futuro (11%), poderosa potencia (9%), infancia y juventud (7%) e ideología comunista (7%). Un 3% de los encuestados lo asocian con estancamiento económico, déficit y colas.

Asimismo, la palabra “antisoviético” despierta la condena de un 23% de encuestados e imparcialidad en un 22%. A un 16% de personas esta palabra les sugiere recuerdos desagradables, mientras que un 10% de encuestados la asocian con una traición.

Por tradición, la actitud hacia lo soviético y lo antisoviético de diferentes grupos de población es distinta. Mientras que los jóvenes se muestran indiferentes con respecto de las palabras “soviético” (26%) y antisoviético (28%), las personas de edad sienten nostalgia (41%) y aceptación (23%) ante la palabra “soviético”, y lo antisoviético les despierta repudio (32%), en el mejor de los casos.

En la encuesta, que fue realizada los días en enero de 2010, han participado 1.600 personas en 140 localidades de 42 provincias de Rusia.