martes, 10 de mayo de 2011

LAS HAZAÑAS OLVIDADAS

10 de mayo de 2011. AG.- Varios son los países donde no todos los que se sacrificaron para liberar al mundo del fascismo reciben agradecimientos de sus descendientes. 
En Ucrania, que fue una de las mayores víctimas de las atrocidades hitlerianas, la guerra sigue provocando enconadas polémicas.

Al lado de la llama eterna erigida en memoria de los cientos de miles de soldados soviéticos que perdieron la vida liberando a Ucrania, el ex presidente del país, Víktor Yúschenko, mandó levantar un obelisco en forma de una candela ardiente para conmemorar a las personas muertas por la falta de alimentos de los años 30 del siglo XX.

Muchos lo consideraron como una provocación, ya que las autoridades ucranianas por aquel entonces afirmaban que la hambruna se había orquestado desde el Kremlin. Sin embargo, la decisión que más ofendió a los veteranos fue la de declarar a los líderes del movimiento ultra nacionalista Ejército Insurgente  Ucraniano (UPA, por sus siglas en ucraniano), héroes nacionales.

"Las tropas del UPA mataban a médicos y profesores que Moscú había enviado para reconstruir Ucrania Occidental. Hacían explotar los trenes en los que los soldados soviéticos iban a liberar a Europa. Pero ahora se glorifica a estos nazis humillando a los veteranos del Ejército Rojo y a todos los  que combatieron con ellos", cuenta Víktor Malevanniy, líder de la Fundación de los Veteranos de Kiev.

Inicialmente, el UPA se formó para luchar contra la invasión nazi, pero posteriormente empezó a colaborar con los alemanes contra el Ejército Rojo. Se le acusa de asesinar a miles de rusos y judíos en Ucrania Occidental. A menudo, haciéndolo de manera brutal.

Iván Ondryushko reveló los recuerdos de su participación en acciones del UPA. "Era un guardabosques. Sabíamos que su mujer estaba relacionada con los soviéticos. Entonces le atrapamos y le pusimos en el pecho un cartel: 'Por haber traicionado al pueblo ucraniano'. Luego le colgamos", recordó.

Durante la campaña electoral, Víktor Yanukóvich prometió revisar las decisiones de Yúschenko y, eventualmente, revocarlas. Sin embargo, algunos expertos consideran que no querrá irritar a una parte de la población del país que apoya al UPA.

Otro país donde el Día de la Victoria causa numerosas controversias, es Lituania.

Piotr Zubrik, veterano de la Segunda Guerra Mundial, al salir de su casa en la capital lituana, Vilna, cada 9 de mayo, se pone un abrigo incluso si no hace frío. "Me veo obligado a esconder mis medallas. Si no, me pueden atacar. Una vez un adolescente me pegó en la cara rompiéndome una ceja", confesó.

Piotr no llega a entender por qué en el país que liberó de los nazis, sus medallas, consideradas como un símbolo soviético, están mal vistas. A diferencia de Moscú u otras capitales del espacio postsoviético, en Vilna, en el día de la Victoria no habrá desfiles militares. Por primera vez, tras varias protestas de las organizaciones de veteranos locales, este año las autoridades permitirán a los viejos luchadores recorrer la principal calle de la ciudad hacia el cementerio en el que van a depositar coronas de flores.

Irene Dyagutene, presidente del Parlamento de Lituania, no ve razonable la idea de que se efectúen estos desfiles. "Respeto a los veteranos, pero no creo que se deban organizar desfiles este día. Pueden celebrarlo de otra manera", dijo.

Esta situación es típica para los países bálticos. Durante la invasión nazi, allí una parte de la población colaboró con los alemanes. Ahora, algunos de ellos se oponen a la celebración del 9 de mayo.

Sin embargo, a pesar de todas las discrepancias políticas, para los que vivieron en persona los horrores de la guerra, el 9 de mayo sigue siendo un día de conmemoración.


Articulo completo en:http://actualidad.rt.com/actualidad/rusia/victoria/issue_8287.html

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